Por celebrarse el 12 de mayo el día de la enfermera, hoy rendiré tributo a esas mujeres que cuidan arduamente de los pacientes y que son la parte más humanizada de la medicina
Las enfermeras tienen cuatro deberes fundamentales: promover la salud, prevenir la enfermedad, restaurar la salud y aliviar el sufrimiento. La necesidad de la enfermería es universal. Son inherentes a la enfermería el respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos culturales, el derecho a la vida y a la libre elección, a la dignidad y a ser tratado con respeto.
Los cuidados de enfermería respetan y no discriminan según consideraciones de edad, color, credo, cultura, discapacidad o enfermedad, género, orientación sexual, nacionalidad, opiniones políticas, raza o condición social. Las enfermeras prestan servicios de salud a la persona, la familia y la comunidad y coordinan sus servicios con los de otros grupos relacionados
El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) adoptó por primera vez un Código internacional de ética para enfermeras en 1953. Después se ha revisado y reafirmado en diversas ocasiones, la más reciente es este examen y revisión completados en 2012.

Deberes fundamentales de la enfermera.
La salud es el estado físico en el que el organismo ejerce normalmente sus funciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Constitución de 1946, define a la Salud como el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La salud implica que todas las necesidades fundamentales de las personas estén cubiertas: afectivas, sanitarias, nutricionales, sociales y culturales. (Cámbara, 2017) Esta definición es utópica, pues se estima que sólo entre el 10 y el 25 % de la población mundial se encuentra completamente sana.
Una definición más dinámica de salud es el logro del más alto nivel de bienestar físico, mental, social y de capacidad de funcionamiento, que permitan los factores sociales en los que viven inmersos el individuo y la colectividad.
La función de la enfermera, como cuidadora, implica la participación activa en la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud, mediante medidas preventivas para evitar la aparición de la enfermedad, su progresión o prevenir secuelas asegurando la continuidad del cuidado. Esta cuidadora debe estar abierta a las percepciones y preocupaciones del paciente y su familia, ser moralmente responsable, estar dedicada como profesional y permanecer dispuesta para escuchar, dialogar y responder en situaciones holísticas complejas. Además, debe estar basada en la evidencia empírica existente. (Zabalegui Yárnoz, 2003)
El profesional en enfermería competente es aquel que utiliza sus conocimientos, habilidades y actitudes para emitir juicios clínicos, solucionar problemas y realizar tareas costo-eficaces. La función de la enfermería, al igual que la de otras profesiones de la salud, debe incluir la información y educación del cliente sobre la salud, para que él pueda elegir entre las diversas opciones posibles, una vez considerados los distintos riesgos y beneficios de cada alternativa. Esta función de educación se está convirtiendo en prioritaria, ya que la tendencia del cuidado de la salud se centra en el cliente, como centro de la atención y como persona que toma la decisión del tratamiento y el tipo de cuidado que se va a realizar.
Además, el profesional en enfermería debe ser la conexión o unión entre los profesionales de la salud, el paciente y su familia. Esta función tiene por objetivo la integración de los esfuerzos y la prevención de la fragmentación de los servicios de salud asociada a la especialización. Es la enfermera quien crea relaciones, mediante el reconocimiento mutuo enfermera-paciente, conociendo sus percepciones y necesidades, y negociando el cuidado para alcanzar los objetivos propuestos en el plan de cuidados holísticos. (Zabalegui Yárnoz, 2003)
Para alcanzar el objetivo de restaurar la salud, la enfermera debe:
- Conocer qué es lo mejor para el paciente.
- Responder a las necesidades del paciente.
- Ser técnicamente competente, científicamente conocedora, prácticamente responsable y emocionalmente capaz de afrontar las situaciones de crisis en el cuidado de la salud.
- Ser competente en habilidades de comunicación y tener la capacidad de explicar la fundamentación empírica y filosófica de sus acciones en relación con el cuidado del paciente.
- Ser capaz de controlar las situaciones del paciente, con actividades y con el manejo de sus propias emociones.
- Reconocer que en cualquier momento una persona puede necesitar ayuda de otra. La enfermera(o) puede requerir ayuda para el mantenimiento o desarrollo de habilidades, para el autoconocimiento o la comprensión de otros.
- Potenciar la dignidad y el valor de las personas.
- Enfatizar y apoyar la contribución del paciente y la familia al cuidado y a la adaptación.(Zabalegui Yárnoz, 2003)

Prevención de la Enfermedad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define 3 niveles de prevención como objetivo de la Medicina del Trabajo: Prevención Primaria, Secundaria y Terciaria, que suponen técnicas y objetivos diferentes, al unir el criterio del conjunto salud-enfermedad, según sea el estado de salud del individuo, grupo o comunidad a las que están dirigidas.
A la hora de la prevención de cualquier enfermedad se habla de:
La prevención primaria:
Evita la adquisición de la enfermedad (vacunación, eliminación y control de riesgos ambientales, educación sanitaria, etc.).
La prevención secundaria:
Va encaminada a detectar la enfermedad en estadios precoces en los que el establecimiento de medidas adecuadas puede impedir su progresión.
La prevención terciaria:
Comprende aquellas medidas dirigidas al tratamiento y a la rehabilitación de una enfermedad para ralentizar su progresión y, con ello la aparición o el agravamiento de complicaciones e invalidades e intentando mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Se habla en ocasiones de prevención cuaternaria que tiene que ver con las recaídas.
Técnicas de prevención primaria
Estas técnicas actúan suprimiendo los factores desfavorables antes de que generen la enfermedad o el accidente.
Actúan de distintas maneras:
- eliminan los factores ambientales de riesgo por medio del saneamiento del medio ambiente;
- protegen al organismo frente a enfermedades y accidentes;
- educan en la salud y
- crean hábitos saludables.
La prevención primaria tiene como objetivo el disminuir la probabilidad de que ocurran las enfermedades y afecciones; desde el punto de vista epidemiológico, trata de reducir su incidencia.
Las medidas de prevención primaria actúan en el período prepatogénico del curso natural de la enfermedad, antes del comienzo biológico, es decir, antes de que la interacción de los agentes y/o factores de riesgo en el sujeto den lugar a la producción de la enfermedad.
Técnicas de prevención secundaria
Abordan la enfermedad en fase incipiente, aún en fase reversible, por medio del diagnóstico precoz. Equivalen a la vigilancia de la salud, una de las actividades de la medicina del trabajo.
La prevención secundaria interviene cuando se inicia la enfermedad; en este caso, la única posibilidad preventiva es la interrupción o ralentización del progreso de la afección, mediante la detección y tratamiento precoz, con el objeto de facilitar la curación y evitar el paso a la cronificación y la aparición de deficiencias, discapacidades y minusvalías.
En este sentido, el objetivo de la prevención secundaria es que el diagnóstico y tratamiento precoz mejoren el pronóstico y control de las enfermedades.
Técnicas de prevención terciaria
Elimina los efectos de las secuelas de la enfermedad, cuando ésta ya se ha desarrollado.
Equivale a las áreas asistenciales de la medicina del trabajo: traumatología laboral, dermatología laboral, oftalmología laboral… y a la rehabilitación.
La prevención terciaria interviene cuando se ha instaurado la enfermedad.
Cuando las lesiones patológicas son irreversibles y la enfermedad está arraigada y ha pasado a la cronificación, independientemente de que hayan aparecido o no secuelas, es donde interviene la prevención terciaria. Su objetivo es hacer más lento el curso de la enfermedad, atenuar las incapacidades existentes y reinsertar al enfermo o lesionado en las mejores condiciones a su vida social y laboral. (Del Prado, 2016)
Promoción de la salud
La promoción de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla[1] y que se dedica a estudiar las formas de favorecer una mejor salud en la población. La definición dada en la histórica Carta de Ottawa de 1986 es que la promoción de la salud «consiste en proporcionar a la gente los medios necesarios para mejorar la salud y ejercer un mayor control sobre la misma». (ANDINA, 2018)
La promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos, los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma. Para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones de satisfacer sus necesidades de cambiar y adaptarse al medio ambiente. (Delgado, 2018)
Las áreas de acción que propone la Carta de Ottawa son: construir políticas públicas saludables, crear ambientes que favorezcan la salud, desarrollar habilidades personales, reforzar la acción comunitaria, reorientar los servicios de salud.
La promoción de la salud se nutre de muchas disciplinas como la epidemiología, la medicina, la sociología, la psicología, la comunicación y la pedagogía. Además utiliza no sólo herramientas pedagógicas o comunicativas, sino también la abogacía y las intervenciones estructurales.
La promoción de la salud tiene tres componentes esenciales:
Buena gobernanza sanitaria
La promoción de la salud requiere que los formuladores de políticas de todos los departamentos gubernamentales hagan de la salud un aspecto central de su política. Esto significa que deben tener en cuenta las repercusiones sanitarias en todas sus decisiones, y dar prioridad a las políticas que eviten que la gente enferme o se lesione.
Estas políticas deben ser respaldadas por regulaciones que combinen los incentivos del sector privado con los objetivos de la salud pública, por ejemplo armonizando las políticas fiscales que gravan los productos nocivos o insalubres, como el alcohol, el tabaco y los alimentos ricos en sal, azúcares o grasas, con medidas para estimular el comercio en otras áreas. Asimismo, hay que promulgar leyes que respalden la urbanización saludable mediante la facilitación de los desplazamientos a pie, la reducción de la contaminación del aire y del agua o el cumplimiento de la obligatoriedad del uso del casco y del cinturón de seguridad.
Educación sanitaria
Las personas han de adquirir conocimientos, aptitudes e información que les permitan elegir opciones saludables, por ejemplo con respecto a su alimentación y a los servicios de salud que necesitan. Tienen que tener la oportunidad de elegir estas opciones y gozar de un entorno en el que puedan demandar nuevas medidas normativas que sigan mejorando su salud.
Ciudades saludables
Las ciudades tienen un papel principal en la promoción de la buena salud. El liderazgo y el compromiso en el ámbito municipal son esenciales para una planificación urbana saludable y para poner en práctica medidas preventivas en las comunidades y en los centros de atención primaria. Las ciudades saludables contribuyen a crear países saludables y, en última instancia, un mundo más saludable. (OMS, 2016)
Las conferencias internacionales sobre promoción de la salud y sus documentos resultantes son:
- Carta de Ottawapara la promoción de la Salud, Canadá, 1986.
- Conferencia de Adelaida, sur de Australia, 1988.
- Tercera Conferencia: ambientes de apoyo para la salud – Conferencia de Sundsvall, Suecia, 1991.
- Declaración de Jakarta sobre la promoción de la salud en el Siglo XXI, Indonesia, 1997.
- 51ª Asamblea Mundial de la Salud, 1998.(ANDINA, 2018)
Principios básicos para la promoción de la salud general
La Organización Mundial de la Salud ha elaborado principios generales sobre promoción de la salud:
- Asegurar que el ambiente que está más allá del control de los individuos sea favorable a la salud.
- Combinar métodos o planteamientos diversos pero complementarios, incluyendo comunicación, educación, legislación, medidas fiscales, cambio organizativo y desarrollo comunitario.
- Aspirar a la participación efectiva de la población, favoreciendo la autoayuda y animando a las personas a encontrar su manera de promocionar la salud de sus comunidades.
Aunque la promoción de la salud es básicamente una actividad del ámbito de la salud y del ámbito social, y no un servicio médico, los profesionales sanitarios, especialmente los de atención primaria, desempeñan un papel importante en apoyar y facilitar la promoción de la salud. (Puentes, 2018)
Restaurar la salud.

Consiste en todas las actividades que se realizan para recuperar la salud en caso de su pérdida, que son responsabilidad de los servicios de asistencia sanitaria que despliegan sus actividades en dos niveles: atención primaria y atención hospitalaria. (Cámbara, 2017)
La atención de enfermería, vital en la recuperación del estado de salud en los procesos de enfermedad que requieren hospitalización pues la enfermera es la que tiene mayor cercanía al paciente y quien le dedica mayor tiempo.
La enfermera se cerciorará de que la persona reciba información suficiente para fundamentar el consentimiento que den a los cuidados y a los tratamientos relacionados.
La enfermera mantendrá confidencial toda información personal y utilizará la discreción al compartirla.
La enfermera compartirá con la sociedad la responsabilidad de iniciar y mantener toda acción encaminada a satisfacer las necesidades de salud y sociales del público, en particular las de las poblaciones vulnerables.
Es importante garantizar que el paciente tenga acceso a un tratamiento óptimo que lo reciba de manera oportuna, la dosis correcta a la hora correcta y por la vía correcta
Aliviar el sufrimiento y el dolor del paciente.

Al dispensar los cuidados, la enfermera promoverá un entorno en el que se respeten los derechos humanos, valores, costumbres y creencias espirituales de la persona, la familia y la comunidad.
Las enfermeras serán dedicadas única y exclusivamente al servicio directo de los enfermos. El entorno puede beneficiar o perjudicar la salud de una persona. La enfermera, tiene la capacidad de manipular el entorno hospitalario en busca de la pronta recuperación del paciente. La enfermería, se dedica al cuidado integral del individuo, la familia y la comunidad en todas las etapas del ciclo vital y en sus procesos de desarrollo.
El sufrimiento es una experiencia común a toda la humanidad, que no podemos confundir con el dolor, siendo este físico. El hecho de estar acorralado por la vida y por el ser. El estado de malestar inducido por la amenaza o la perdida de integridad o desintegración de la persona con independencia de su causa, es una experiencia de limite, tanto moral como existencial, mental, religioso, social o política. Nos recuerda que somos seres limitados, finitos y vulnerables.
En los cuidados de enfermería no se hará distinción alguna fundada en consideraciones de edad, raza, credo, cultura, discapacidad o enfermedad, género, nacionalidad, opiniones políticas o condición social, pues son inherentes a la enfermería el respeto de los derechos humanos, incluido el derecho a la vida, a la dignidad y a ser tratado con respeto. (Garcia, 2009)
El cuidado más que ser una especialidad de enfermería y medica, es un arte, un arte en donde se permite un acceso diferente a los pacientes que tanto lo necesitan, por tener diagnósticos de enfermedades crónicas, muchos de ellos sin posibilidad de curación, dejándolos en una situación de vulnerabilidad, donde la mayoría de sus sentimientos explotan sin definir bien que tanto volumen se les desea poner.
Aliviar es mejorar y realizar un acompañamiento que le permita al paciente y su familia no sentirse solos en situaciones débiles, son algunas de las tareas que hacemos en el día a día, así como contrarrestar el sufrimiento que los afecta reconociendo que es un duro camino que hemos decidido acompañarles a recorrer. Porque no siempre es posible poner fin a su enfermedad. Pero lo que si es viable siempre es lograr que la enfermedad no ponga fin a la integridad del paciente.
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