La semana pasada una chica nos mandó una consulta, para contarnos que se estaba quedando calva. De hecho su peluquera se lo había dicho bien claro. Perdía más de 100 (¿??) cabellos al día y eso era mal síntoma y sin duda aquella “alopecia” era culpa de la lactancia. Le explicó que aquello era lo que pasaba a todas las madres lactantes. Que la lactancia agotaba las vitaminas del cuerpo de la madre y que esto causaba aquella desgracia capilar.

Al parecer, todo el mundo sabe que la lactancia materna causa una caída del cabello demoledora en los primeros meses del bebé y las madres deben suplementarse con multivitamínicos para reducir el desastre. Como siempre, la sabiduría popular tiene parte de razón, y es que no es casualidad que tantas madres se quejen de una fuerte caída del cabello en los primeros meses de maternidad.

Entonces, ¿sí es culpa de la lactancia?

Pues no, la lactancia no tienen la culpa de la caída del cabello.

Puede ser de gran ayuda conocer el crecimiento normal del cabello, que se produce en tres ciclos:

1. La fase de anagénesis o de crecimiento: las células del bulbo piloso se dividen activamente y producen un crecimiento del cabello. Esta fase dura de dos a seis años. En general, aproximadamente del 85 al 90 por ciento de todos los cabellos del cuero cabelludo se encuentran en esta fase.
2. La fase catágena o de transición: el cabello deja de crecer y la parte inferior del folículo involuciona durante un lapso de dos a tres semanas.
3. La fase telogénica o de reposo: el pelo no crecen y están flojos hasta que finalmente se desprenden. La fase telógena dura de tres a cuatro meses.

Durante el embarazo, el cuero cabelludo se encuentran en la primera fase. La melena luce espectacular pero después de parir, llega el momento de caída, caen “todos” a la vez, lo que se llama “efluvio telógeno”.

Es un proceso no determinado por la alimentación del bebé. Por suerte, al cabo de unos meses, entre 6 y 15, todo vuelve a la normalidad y la caída se frena de una vez.

¿Y hay algo que pueda hacer?

Esperar a que se pase es una opción. Si quieres comprar champús de pelo anticaída o vitaminas suelen ser caras pero compatibles con la lactancia. También encontrarás artículos en Internet sobre tratamientos naturales para disminuir o evitar la caída del cabello que, como sabes, no tienen evidencia de que sean eficaces y no siempre son compatibles con la lactancia.